Crónica Fallida XVIII - Insensatos
Me encuentro boca abajo. Siento bajo mí un duro suelo, con un olor arcilloso que se pega a mi rostro. Intento abrir los ojos, pero las lagrimas secas ya convertidas en lagañas mantenían pegados mis parpados. Escucho la lluvia caer, y el agua al salpicar humedece mis parpados. Giro sobre mí, siento que estoy boca arriba. Poco a poco se ablandan las lágrimas secas con la lluvia y logro entreabrir los ojos. Lo primero que pensé fue en cómo harían para desenredar todos esos cables, quemados, fundidos los unos con los otros, llenos de tierra. Destruir muy seguramente era más fácil que construir, seguí pensando. Al mirar hacia adentro de la casa, a través de un hueco donde debía estar la puerta, vio a Dante y a Julia. O lo que queda de ellos. Los cuerpos despedazados parecían fantasía. Recordé entonces la incursión, el ataque... los cilindros. No me alerté, no me inmuté, en ese momento, todo era un oscuro sueño del que en algún momento despertaría. Pero no desperté. Sería acaso que me habí...