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Mostrando las entradas de julio, 2005
Crónica Guajira - El concierto El aire se siente un poco más húmedo, pero el calor es el mismo. Pero mi ánimo es distinto, precisamente por el cambio y la posibilidad de que cenar algo con un sazón distinto al usual del restaurante de siempre, el único que hay para comer diariamente. Llegamos al parque Simón Bolívar (en todas las ciudades colombianas hay uno), a un lugar llamado el Foco Rojo (lo primero que pienso es en un burdel), pero el olor a la comida que llena mis pulmones me indica que es lo que estabamos necesitando: un buen lugar para comer una buena langosta, antes de entrar al concierto. No se emocionen, no es un concierto de U2 en Boston, de los Rolling Stones en Berlin o de Pink Floyd en Venecia. Ni siquiera se acerca, pero mueve bastante gente de la región. Silvestre Dangond ha sacado nuevo disco, y la gente no tararea sino que canta a grito herido. Luego de la langosta nos dirigimos al lugar del concierto, hay fila de una cuadra pero nuestro anfitrión, Chente, es conocid
Réplica a Piedad Córdoba II La senadora Piedad Córdoba, a mi post contestó: HE leído con detenimiento su replica, como respetuosamente lo he hecho con betmelo y otros blogs. creo que todo esta dicho, mientras yo doy argumentos de fondo ustedes siguen fijandose exclusivamente en algo, que además de inverosimil creo que sólo lo ha hecho michael jackson, y un supuesto blanqueamiento de la piel. Definitivamente nada de lo que haga o diga va a cambiar sus argumentos, si me coloco turbante es malo, si un dia me aliso el pelo peor y si otro dia me quito todo el pelo muchisimo peor, entonces creo que todo está dicho, mi trabajo en el congreso habla por sí solo. Solo hay que revisar el informe de esta legislatura en Congreso Visible en el que soy la Unica mujer senadora reseñada como mejor congresista. Eso no se gana gratis, ni por influencias, ni por liposucciones, ni con ganarme los 12 millones de pesos, eso se gana con trabajo. Sepa usted que la mayor defensora de los trabajadores soy yo, o
Crónica Fallida XIII - Bohemios Entré al bar por curiosidad. No había entrado nunca aún cuando casi todos los días pasaba enfrente a el. Era una pequeña puerta de pino, rústica y algo golpeada en su parte superior, por la que había que pasar agachado, pues se corría el riesgo de dejar la frente en ella. Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, a la poca luz que había en el lugar, decidí sentarme en una mesita que me pareció central y desde donde podría dominar de un vistazo el lugar. Pedí la consabida cerveza y saqué los apuntes en que estaba trabajando. Estaba tranquilo el lugar, pero cuando intenté concentrarme, no pude evitar notar que en las dos mesas aledañas estaban dos parejas amigo-amiga, novio-novia, o como fuera la relación que tuvieran, y al llegar mi cerveza hundí mis ojos en mis notas, intentando concentrarme. Pero sin quererlo escuchaba lo que estaban diciendo a mi alrededor. A la derecha, el joven de boina le decía algo así a la niña de gruesa bufanda lila y ojos verd